La Taxonomía trata de proporcionar definiciones adecuadas a las empresas, los inversores y los responsables políticos sobre las actividades económicas que puedan considerarse ambientalmente sostenibles. Su objetivo es el aumento de las inversiones sostenibles y la aplicación del Pacto verde Europeo.
Su estructura aún está en construcción pero ya hay unas bases y funcionamiento claramente establecidos. El reglamento de la Taxonomía establece tres grupos de usuarios:
- Los participantes en el mercado financiero
- Las grandes empresas
- La UE y los Estados miembros
Su evaluación deberá realizarse por actividad económica y no por sector o industria. Su implementación deberá de servir para facilitar el “reporting”, en definitiva debe medir el grado de adecuación ambiental futuro de un producto de inversión y comunicarlo claramente.
Veremos si en el tiempo este propósito se cumple y los actores implicados participan en la propuesta.